¡Alabemos a nuestro Dios!
Hay días que en realidad hablándolo en sentido humano es difícil alabar a Dios y es que nosotros muchas veces lo hacemos basándonos en el momento que estamos viviendo, es decir que si estamos pasando por circunstancias muy difícil se nos dificulta también alabar a Dios.
Y es que es fácil alabar a Dios cuando las cosas van bien, cuando hemos recibido provisión, cuando hay fortaleza, cuando todo esta yendo perfectamente, pero se nos hace muy difícil hacerlo en medio de la escases, en medio de los desiertos de la vida, en medio de esas etapas de anonimato o en medio de algunas terribles enfermedades.
Hoy quiero invitarte a que alabes a Dios en medio de cualquier circunstancia, en medio de cualquier problema, en medio de cualquier desierto, hoy quiero motivarte a alabar a Dios.
Y es que cuando alabamos a Dios ocurren cosas maravillosas, cuando alabamos a Dios nuestras fuerzas son renovadas, nuestro pensamiento es transformado, nuestro aliento es recobrado, nuestras cargas son quitadas, nuestro espíritu es reavivado, por eso y más debemos alabar siempre a Dios.
El salmista escribía:
¡Alabemos a nuestro Dios!
Ustedes, los que obedecen a Dios,
¡alábenlo!
¡Sea siempre bendito nuestro Dios!
¡Alábenlo a todas horas!
¡Alábenlo ahora y siempre!
Dios reina en las alturas,
y desde allí contempla
los cielos y la tierra.
Dios gobierna con poder
sobre todas las naciones.
¡No hay nada que se compare
con nuestro Dios!
A la gente pobre y humilde
la saca de la miseria,
y le da un sitio de honor
entre la gente importante.
A la mujer que no tiene hijos,
le concede dos alegrías:
¡llegar a ser madre,
y tener un hogar!
¡Alabemos a nuestro Dios!
Salmos 113 (Traducción en lenguaje actual)
¿Por qué no alabamos a Dios en medios de cualquier circunstancia?, hoy Dios quiere escuchar tu alabanza, el quiere escuchar de tus labios como lo alabas con un corazón sincero, reconociendo su poderío y capacidad para hacer de lo imposible, algo posible.
Cuando Dios observa tu corazón que en medio de las circunstancias más difíciles le sigue alabando, Él se ocupa de tu necesidad, pues Él no desampara a aquellos que le alaban.
Posiblemente los últimos días a lo mejor te has quejado de lo que estas viviendo, hoy en lugar de quejas Dios quiere escuchar tu alabanza y entonces, cuando eso suceda, todo el panorama comenzará a cambiar, cuando decidas alabar en lugar de quejarte, Dios abrirá tus ojos y verás como TODO esta bajo el control de su mano PODEROSA.
¡Alaba a Dios!
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